La psicoterapia cognitivo-conductual procura establecer las relaciones entre nuestros pensamientos, emociones y la conducta que emitimos, con el objetivo de ser conscientes y dirigir las acciones y sentimientos hacia aquellos objetivos que para cada uno de nosotros son valiosos. Entablar un vínculo terapéutico sólido y de confianza es el camino para lograrlo.