Debes elegir por lo menos una opción.
Volver al blog

¿Cómo nos Curamos?

Diseño: Tu Terapia

Bienvenid@ a nuestro Blog

Cómo curar nuestras heridas es una de las búsquedas más profundas que se ha planteado el ser humano. De hecho, es el núcleo de esta plataforma. Es de dónde nace la psicología y hacía dónde debería seguir yendo. 

Lo más interesante de esta búsqueda es que no sólo nos toca a los profesionales de la salud, que han dedicado su vida a curar a otros, sino a todo ser humano en este mundo que se ha dado cuenta que tiene una herida por sanar. Este dolor a veces aparece muy temprano en la vida. 

Lo podemos llamar trauma o una situación que hace que nada vuelva a ser igual. Seguramente estés pensando en algo que alguien te hizo o un hecho que te involucra y en el que incluso te es difícil recordar. 

Toparse con la herida es el primer paso para sanarla.

A veces se ven grabadas en el cuerpo. Otras son más silenciosas y recubren la mente. Personalmente, prefiero decir que vienen del alma. Si psicología significa el estudio del alma, podemos decir que lo que distingue un alma de otra es la herida que lleva. 

Tu Herida te Identifica

Imaginarse un mundo sin dolor, sin heridas, es imaginarse un mundo sin alma. Pero eso no significa que no debemos hacer lo posible por curarla. De hecho, ¡lo estamos haciendo todo el tiempo! A través de una relación, de una profesión, de un negocio, de un emprendimiento, de un hobbie, de un deporte, de una acción que nos lleve a hacer cada vez más consciente de qué estamos hechos. 

Es aquí donde aparece la terapia

La terapia es el acto de cuidarnos, de conocernos y poder curar nuestras heridas. Como forma de reconocer todo aquello que nos hace bien, que nos conecta, que une nuestras piezas desparramadas y nos permite, al final del día, acercarnos a encontrar la paz.

Por otro lado, de ver todo lo que nos genera conflicto, malestar, eso que nos separa y nos desconecta de nosotros mismos, alejándonos cada vez más de alguna posibilidad de sanación.

Perdidos

A veces, vamos de un lado al otro. Perdidos. No importa si somos psicólogos, mozos, ingenieros o estudiantes. Simplemente perdemos el rumbo. Nos vemos impedidos de saber si, realmente, estamos tomando el camino correcto. En ese momento deberíamos recordar de qué estamos hechos y quiénes somos. 

La curación no se trata de estar siempre bien

Se trata de conocernos a nosotros mismos en cada instante. De ver más allá de la división y del conflicto. De poder ensamblar las partes que alguna vez perdimos.

Si algo te emociona, ya sea una persona, un lugar o un proyecto, ahí está tu herida. Si algo te duele, un recuerdo, una relación o una pérdida, ahí también está tu herida.

Siempre se sienten

Porque, al igual que un corte en la piel, se siente. Si la miramos de frente, vamos a ver un agujero, una laceración, porque una herida es una brecha, un puente que conecta una realidad con otra.

Colectivamente

Como sociedad hemos sufrido grandes heridas que nos han hecho sanar y dar saltos de consciencia jamás antes vistos. Pandemias, guerras, asesinatos, atentados, hechos que quedan grabados tan profundamente en nuestra psiquis, que, difícilmente, vayamos a olvidar. Aunque a veces no nos queremos hacer responsables de estas tragedias, por ser de otra época u otro país, la verdad es que todos formamos parte de la misma historia. Esas heridas también nos marcan y nos hablan de nuestra identidad, de quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes queremos ser.

Entonces vuelvo a la pregunta: ¿Cómo nos curamos? En mi experiencia de vida, hay solo una fuerza que tiene el poder suficiente para salvar a alguien del rincón más oscuro y abandonado de este mundo. La única forma de sanar nuestras heridas es con amor

Sobre el amor

En el amor no hay conflicto, no hay sufrimiento, no hay división. Pero el amor no es pensar en algo lindo. Es aceptar lo que nos pasó y es abrirse a lo que viene. Es permitirse el enojo y amigarse con el miedo, porque el amor siempre está en lo desconocido. Es tener compasión, en especial, con nosotros mismos. Es consciencia y, por sobre todas las cosas, es: Libertad. Con esa libertad sucede que el amor atraviesa las heridas, las observa, las limpia y por fin, las cierra. 

Para el que aún no sepa qué es amor lo invito a mirar por su ventana, está en todas partes. Sospecho que alguno quizás pueda parecerle algo alejado de la realidad, o complejo, pero en realidad es algo bien terrenal y simple. Si aún te parece utópico, es porque todavía no te has podido contactar con tu herida. Después de hacerlo, vas a ver que es un antes y un después. Viene con mucho dolor, pero siempre con un gran despertar, seguido de hazañas heroicas por iluminar esa oscuridad que te acompaña. 

El momento es ahora

Más allá de la terapia que hagas, si hoy estás haciendo lo que amás, si tuviste la oportunidad de sentir tus heridas y, a pesar del dolor, enfrentarlas, estás sanando. Creo firmemente que esto no se trata de algo individual, por el contrario. Cuánto bien nos hace ver personas que se han encontrado tanto con su oscuridad y con ellos mismos, que se han convertido en un símbolo. Estas son las personas que inspiran con actos heroicos y han ayudado con amor a unir el cielo y la tierra. Nos han demostrado que los límites solo los pone nuestra mente.

Espero que disfrutes de este blog que siempre tendrá de fondo este objetivo: Ayudar a curar, a conocerte y a unir las partes. Estoy seguro que cada escritor dejará con amor, un poco de su herida en cada texto, inspirando y ayudando a conectarnos.

Gracias por este espacio y por leer. 

¡Que tengas un gran día!
Hablar
Sana

Conecta con un psicólogo en línea en
nuestra plataforma.

Quiero probarlo